Si quieres ganar dinero, primero debes ganarle a la pereza.

octubre 19, 2018

Un tipo no tiene dinero, pero tiene una idea. Acto seguido, traza un plan: empezará un negocio cien por ciento virtual usando una vieja computadora. El tipo empieza sus labores a las 4am y se queda hasta la noche configurando todas las herramientas de su estructura. Quiere distribuir info productos y ganar comisiones. Lo que le atrae es la posibilidad de vender masivamente alrededor del mundo productos ajenos y sin verles la cara a los clientes.

Foto: txking / Shutterstock //

Nuestro amigo emprendedor se encuentra con una primera gran tentación: debe ganarle a la pereza. Este chico pasa horas y horas delante de una computadora y apenas se para para ir al baño. Su negocio no requiere de inversión monetaria, sino de un esfuerzo maratónico. Pero en ese proceso aparece el cansancio. Cuando él debe seguir trabajando, una parte de su cerebro dice: “mejor hay que descansar un rato, lo hacemos más tarde.” Son dos versiones de sí mismo las que luchan: el perdedor y el ganador. El perdedor quiere ir a dormir, el ganador quiere seguir trabajando. El perdedor dice: “pero lo puedes hacer mañana.” El ganador dice: “No importa el cansancio, hazlo ahora.”

Esa es la batalla de los emprendedores. Si quieres sacar adelante tu negocio debes concentrarte al mil por ciento. En el camino se te presentan una serie de tentaciones y distracciones, pero el principal adversario es tu versión mediocre. Se sabe que al principio los emprendimientos requieren de nuestra máxima concentración.

Un negocio que recién empieza es como un bebé que acaba de nacer: requiere los máximos cuidados. Si eres emprendedor tienes que saberlo: al principio vas a trabajar más que los demás. Al principio no vas a cobrar lo que probablemente estabas enseñado a cobrar. No hay ganancias, no hay descansos, no hay vacaciones, no hay feriados. Eso es parte del proceso.

¿Qué se requiere? Saber que ser emprendedor significa ser un constructor. Debes tener mucha resistencia, objetivos claros y una gran, pero gran capacidad, para el esfuerzo masivo. De ahí en adelante el negocio irá creciendo y usted deberá irse liberando de las tareas del día a día. Recuerde que esto no es fácil, pero es posible.